Lleva un cachito de playa a tu cuarto, usando un reloj de pared viejo.
Quita el vidrio y las manecillas del reloj.
Toma un papel de color y recórtalo a la medida del marco.
Mete los caracoles y vuelve a poner el vidrio.
Puedes meter muchos recuerdos de viajes, para tenerlos siempre presentes.