Las violetas son flores muy especiales, y es muy fácil hacer una reproducción nosotros mismos.
Sólo hay que cortar una botella por la mitad y hacerle hoyitos abajo, para que el exceso de agua se pueda filtrar. Después se llena con tierra. Se corta un tallo de la mata original, y se siembra en la tierra. ¡Y listo!
No necesitan mucho riego, si no se pudren. Con una vez a la semana basta.